20.10.09

Al ponerme a pensar, cosa que no habituo hacer muy a menudo, caí en la cuenta de muchas verdades. Tal vez algunas de esas verdades son inventos de mi subconciente, algunas son engaños a mi mente, otras son verdades verdaderas. Nada de lo que haga o deje de hacer tiene que pausarse para que me pueda poner a pensar en cómo se ve de afuera. Al carajo con el mundo. Al carajo con lo que otros piensan de mi. ¿Por qué no? Suena un tanto garca, ya se. Pero si yo no soy capaz de dar un paso al costado de la ruta para ver como el resto de los pelotudos se va al pasto por usar careta, no voy a poder vivir traquila. ¿Y porqué me importa? No sé. Quisiera saberlo, quisiera poder corregir todos los defectos. Pero ¿no sería usar mucho la razon? ¿No se supone que la razón o la lógica a veces nos tienen que importar un carajo? Yo creo que sí. La autenticidad es lo que vale. O como se diga. Si uno no es quien quiere ser, y es lo que el resto quiere que sea, cuál es la porción que te toca a vos? Y no hablo de "vos" refiriéndome a tu persona. Sino a quien sos de verdad. Sin mentiras. Sin terceros. Nos preocupamos mucho por ser amados y no por amar. O algo así. Ya es hora de que todos se saquen la careta. ¿No?

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